domingo, 30 de diciembre de 2012

LA HIDRATACIÓN EN EL FÚTBOL

Los futbolistas profesionales deben entrenar para lograr mayor resistencia, velocidad, agilidad y potencia. Para lograr optimizar su rendimiento es necesario que los deportistas sigan un adecuado régimen de alimentación y sobre todo hidratación para recuperar el agua que se pierde durante el ejercicio. Estudios han demostrado que un futbolista  puede perder entre 1 y 4 litros de agua durante un partido y en promedio, y desafortunadamente no reemplazan estos líquidos o reemplazan como máximo el 87% de los líquidos perdidos.
El agua corresponde al 60 o 65%  del peso corporal de un deportista. Durante los entrenamientos y torneos los futbolistas pierden líquidos y electrolitos importantes -como el sodio y el potasio- a través del sudor, por tanto, sin una adecuada hidratación podrían enfrentar episodios de deshidratación con el consiguiente desgaste físico, mermando el desempeño del deportista.
Los especialistas recomiendan  consumir líquidos durante el día, además deben ingerir al menos medio litro de líquido  dos horas antes de cada entrenamiento y 250 mililitros adicionales entre 10 a 20 minutos antes de ingresar a la cancha. Se recomienda además beber a intervalos regulares cada 20 minutos durante el entrenamiento.  Se debe considerar además que las bebidas deportivas además de prevenir la deshidratación permiten recuperar los electrolitos perdidos por la transpiración.

Cada deportista debe preocuparse por conocer su tasa de sudoración, la cual varía según el individuo, clima, intensidad del entrenamiento. Para tener una medida aproximada los deportistas deben llevar un control del peso en gramos que pierden en cada sesión deportiva y llevar un registro de la cantidad de líquido que consumen, para que puedan determinar la cantidad de líquido que deben consumir tras culminar sus entrenamientos.